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Oct 08, 2023

Redefiniendo el diseño a través de los textiles

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La moda se encuentra entre las industrias más dañinas para el medio ambiente a nivel mundial, ya que contribuye a la contaminación del agua a través de procesos de teñido y genera inmensas cantidades de desechos textiles. Las prendas suelen enviarse a todo el mundo, lo que contribuye significativamente a las emisiones de carbono.

Ganit Goldstein SM '23, un diseñador nacido en Jerusalén que recientemente completó una maestría en ciencias en estudios de arquitectura en computación en el MIT, ha pasado años explorando alternativas a los métodos de producción y flujos de trabajo estándar. Combinando la artesanía tradicional con tecnologías de vanguardia, el ex asistente de investigación en el Laboratorio de Autoensamblaje y becario de la Academia de Diseño Morningside (MAD) del MIT en 2023 está abriendo un camino hacia adelante.

Al recordar su afinidad de toda la vida por los textiles y la costura, Goldstein comparte: “Siempre estaba cosiendo mi propia ropa. Pero me maravillaban las nuevas tecnologías cuando visitaba a mi hermano, que trabajaba para Intel. Me encantó ver el nuevo equipo disponible en su oficina”.

Después de su servicio militar y una experiencia como oficial en la Armada israelí, Goldstein obtuvo una licenciatura en diseño de moda y joyería. Durante ese tiempo, su fascinación por la tecnología la llevó a explorar departamentos de arquitectura, donde se encontraban disponibles equipos de impresión 3D. Goldstein empezó a hacerse preguntas fundamentales: “¿Podríamos imprimir prendas? ¿Cuál sería el beneficio de utilizar las nuevas tecnologías junto con la artesanía en el mundo de la moda?

Durante un programa de intercambio de estudiantes en Tokio, Japón, adquirió antiguas técnicas artesanales textiles, como el tejido Ikat, que aún son perceptibles en sus diseños más recientes. Su experiencia en textiles, del pasado al presente, la llevó a desarrollar a lo largo de los años colecciones de prendas que hibridan nuevas tecnologías como la impresión y el escaneo 3D con métodos tradicionales de tejido Ikat y técnicas de teñido.

El talento y la dedicación de Goldstein le valieron una beca para estudiar en el Royal College of Art de Londres, donde profundizó en un mundo de nuevas técnicas, materiales y procesos. Allí descubrió la electrónica integrada y exploró el uso de materiales naturales como algas y materia orgánica. Su proyecto final, “Ritmo de la Materia”, estableció una metodología para producir patrones de bordado a gran escala con hilo conductor y aplicación de realidad virtual para repensar cómo las telas pueden ser una herramienta interactiva, configuradas como artefactos digitales y físicos.

En su búsqueda por reimaginar el potencial de los materiales pasados ​​por alto o infrautilizados y al mismo tiempo encontrar maneras de reducir el impacto de la industria en el planeta, Goldstein se inclinó aún más hacia la experimentación con escaneos corporales en 3D y diseños digitales, para crear prendas no sólo estéticamente llamativas, sino también respetuosas con el medio ambiente. . Goldstein comprendió rápidamente que revolucionar la forma en que se crea la ropa requiere estudiar todo el flujo de trabajo: concepción, producción, logística y venta minorista.

Mientras desarrollaba un estilo distintivo en la intersección de tradición e innovación técnica, Goldstein introdujo un nuevo concepto en el corazón de su trabajo: la personalización. Vio cómo esto podría permitir a las personas tener prendas adaptadas específicamente a sus cuerpos y necesidades. Al incorporar escaneo 3D, seguimiento de movimiento y otras técnicas innovadoras en el proceso de fabricación, la investigación de Goldstein podría minimizar el desperdicio, mejorar el ajuste y la durabilidad de las prendas, mitigar el impacto climático de la logística y, en última instancia, transformar la experiencia minorista, evitando devoluciones frecuentes. En un mundo que se enfrenta a desafíos medioambientales, este enfoque encierra un inmenso potencial para la industria de la moda.

Uno de los diseños más preciados de Goldstein es un kimono confeccionado con una nueva tela impresa en 3D y sin costuras. Este proyecto, para el que recibió una subvención de 55.000 euros, formaba parte del programa de financiación de la UE Horizonte 2020, que conecta a diseñadores y líderes de la industria textil para repensar la forma en que se pueden producir prendas en un futuro próximo. Con aproximadamente 20 piezas de tela tipo rompecabezas que integraban el bordado dentro del proceso de impresión, ensambladas a la perfección, Goldstein demostró las posibilidades de transición de un diseño digitalizado a un producto final tangible y manufacturado.

Durante su estancia en el MIT, Goldstein superó los límites de sus trabajos anteriores movilizando una serie de recursos a su disposición. Sus múltiples colaboraciones parecen haber mejorado aún más su trayectoria en el diseño y elevado su versatilidad como diseñadora. Además de incorporarse a los grupos de computación, realizó un curso de biología sintética, lo que la llevó a descubrir nuevos biomateriales y técnicas de teñido natural con propiedades interactivas, como el cambio de color con el calentamiento. Como parte del Laboratorio de Autoensamblaje, aplicó sus conocimientos a la creación de prototipos de un nuevo tipo de funda para traje espacial: un concepto de prenda basado en compresión en colaboración con el grupo de investigación del profesor Dava Newman.

En MIT.nano, colaboró ​​con expertos en tecnología de seguimiento de movimiento, un campo que rara vez se utiliza en la producción de prendas de vestir (se utiliza tradicionalmente en cine, juegos o realidad virtual). En MITdesignX, se asoció con otros investigadores para desarrollar el aspecto comercial de sus propuestas de personalización, enfocándose particularmente en zapatos para niños pequeños que pueden crecer con los niños, utilizando fibras especiales y tecnologías de tejido. Como parte del programa de becas de la Academia de Diseño Morningside del MIT, tuvo la oportunidad de explorar libremente en un entorno multidisciplinario brindando aprendizaje y apoyo financiero.

Recientemente, Goldstein compartió su sentimiento particularmente inspirado por los ambientes extremos, donde contempla cómo las telas pueden estar imbuidas de tecnología y propiedades especiales para apoyar y empoderar a las personas en condiciones desafiantes. Ya sea creando prendas con datos integrados para seguimiento de movimiento, regulación de temperatura o mediciones personalizadas, su trabajo tiene como objetivo brindar soluciones funcionales y una segunda piel cuando sea necesario.

Como parte de su tesis, Goldstein presentó en mayo el prototipo de un traje espacial de 60 piezas, que presenta un mapa degradado de colores que traduce datos de escaneo corporal y seguimiento de movimiento en propiedades materiales específicas. Este conjunto visualmente impactante utiliza polímeros, impresos directamente en 3D en la superficie de la tela, aplicando presión mecánica en lugar de presión de gas sobre el cuerpo. Esto permite una mayor flexibilidad, comodidad y movilidad. Este proyecto no solo explora generaciones futuras de diseños de trajes espaciales de contrapresión mecánica (MCP), sino que también propone un flujo de trabajo potencial para la fabricación de prendas personalizadas.

Al reflexionar sobre su experiencia en el MIT, Goldstein expresa el profundo impacto que tuvo en su percepción del diseño y su valor: “Ha sido un entorno completamente libre para explorar sin límites. He podido establecer un lenguaje de diseño que fusiona ingeniería y tecnología de manera significativa. Para mí, MIT MAD es un reflejo de cómo el futuro del diseño potencia la creatividad a través de un entorno interdisciplinario. Construir esta comunidad ha sido una experiencia muy valiosa. Realmente ha habido conexiones, colaboraciones e intercambio de conocimientos en cada paso del camino”.

En la intersección de la moda, la ingeniería y la tecnología, el trabajo de Goldstein destaca el potencial de la colaboración entre diferentes campos para lograr resultados tangibles y sostenibles. Con una visión centrada en la personalización, la reducción de residuos y la perfecta integración de la tecnología, representa una nueva ola de diseñadores dedicados a transformar la industria. Su dedicación a encontrar el equilibrio entre tecnología, sostenibilidad y estética demuestra su compromiso de transformar el diseño tal como lo conocemos.

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